Poco a poco desalojados en la tirana rueda del poder

Poco a poco desalojados en la tirana rueda del poder

martes, 31 de mayo de 2011

Crónica de un Bloqueo


Todo comenzó el sábado 26 de marzo a las 23:30 horas cuando un grupo de manifestantes llego la calle Zepita, entre Magaldi y Luna (Barracas) con el objetivo de bloquear la planta impresora de Clarín e impedir la distribución de los diarios Clarín y Olé en Capital y GBA. Lo sucedido afectó, en menor medida, la salida del diario La Nación.

Página12 publicó que alrededor de cien trabajadores de la empresa Artes Gráficas Rioplatenses (AGR) del Grupo Clarín protestaron en nombre de “la libertad sindical”. Según Clarín a las mujeres, niños y familiares de empleados de AGR se sumó la presencia de militantes del gremio de Camioneros, lo que llevó al Grupo Clarín a responsabilizar por el bloqueo al titular de la CGT, Hugo Moyano, quien lo consideró “un absurdo total”.

El Gobierno optó por ignorar lo sucedido. En teoría, dos fallos judiciales protegen las plantas ante este tipo de situaciones en que se impide tanto la salida como la circulación de medios impresos. Sin embargo, según publicó La Razón, Martín Etchevers, directivo de Clarín dijo que la policía no intervino en ningún momento.

Alrededor de las 3 de la mañana el ingreso a la planta impresora de La Nación quedó liberado. Simultáneamente 50 policías, 15 efectivos de infantería y seis patrulleros llegaron al barrio porteño de Barracas pero no intervinieron, por lo cual el bloqueo a Clarín continuó hasta el mediodía del domingo e implicó la inmovilización de 600 mil ejemplares.

El Ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue el único funcionario del Gobierno que se refirió al episodio como un conflicto "de índole laboral". A él se sumo la Ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien según el periódico El Argentino advirtió que el conflicto suscitado en AGEA fue "gremial" e indicó que "resulta infundado y extemporáneo calificar el reclamo como ataque a la libertad de prensa".

En un comunicado de prensa, Clarín manifestó: que “resulta falso lo expresado por quienes buscaron enmascarar el hecho con un pretendido reclamo laboral, por cuanto no existen conflictos colectivos en ninguna de las empresas de Clarín”.

Según publicó Clarín, las críticas al bloqueo llegaron desde varios sectores y se fundamentaron en el derecho a la libertad de expresión. La oposición relacionó el ataque a la planta impresora con Moyano Y la Presidente Cristina Fernández de Kirchner. En España y América Latina se consideró el episodio como un bloqueo a la democracia. Escritores y filósofos como Natalio Botana, Juan José Sebreli, Guillermo Alonso, entre otros pidieron poner fin a la censura y la extorsión. La Comisión Nacional de Justicia y Paz repudió el bloqueo y pidió por “una apertura real a la diversidad de ideas y una defensa justa a la libertad de expresión".

Los lectores, por su parte, desplegaron su descontento desde un primer momento a través de las redes sociales Facebook y Twitter, donde según publicó la Razón dejaron mensajes de solidaridad y enojo hacía quienes impidieron su distribución. El lunes 28 muchos lectores se sorprendieron al ir a buscar su ejemplar. Hubo incredulidad, enojo y decepción.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) también manifestaron su descontento y según La Nación denunciaron una flagrante violación a la libertad de prensa.

El paradigma de lo extremo


O estás conmigo o estás con ellos: ese parece ser el lema de la sociedad actual, sociedad en la que los grises están absolutamente prohibidos, caracterizados por su “tibieza” y media tintas, tan condenadas en el entorno contemporáneo.

La política ha entrado a nuestras vidas, lo cual celebramos, significa discusión, involucramiento, integración, ahora bien: ¿esto significa que la discusión sólo se encare bajo una perspectiva futbolera? ¿Alguien sí o sí debe perder, para que los otros puedan ganar?

Es difícil salir de la dialéctica actual, porque nos envuelve, nos trasciende, desde el lado que estemos, sentimos que lo que debemos defender es un modelo de país en contra de un plan maquiavélico, destinado a destruir nuestros más profundos valores. El problema es salir de esto, abstraernos aunque sea un solo momento, para preguntarnos, cuestionarnos acerca de las bases fundacionales de esa lucha, los intereses involucrados en los mismos, quiénes se favorecen con este clima de confrontación.

Entender los múltiples aspectos de una situación, supone reflexión, reflexión que no se encuentra ya que ni siquiera se da lugar a su búsqueda. Reflexión prohibida en una sociedad en la que opinar rápido, bajo frases efectistas, chocantes, tiene más sentido que detenerse a pensar un momento. Porque pensar supone dudar, supone cuestionar, supone interpelar al orden vigente. Por lo tanto no les conviene, no hacemos referencia únicamente al gobierno de turno, sino a todo el sistema institucional-político, desde la izquierda hasta el partido más derechista del espectro, ya que bajo este paradigma de lo extremo, sentar posiciones es lo más fácil, no importa demasiado el cuestionarnos el porqué del apoyo o no apoyo a determinado candidato, sólo importa estar en la dialéctica, quienes quedan fuera, de una u otra manera se los estigmatiza y se los encuadra en alguna postura “es un zurdito resentido” o “facho encubierto”.

Por lo que el que cree que está fuera, está muy equivocado, el proceso de juicio ha comenzado hace rato, y nadie escapa de esto, al que plantea una postura intermedia, se lo juzga siempre bajo una u otra manera, según el ojo clasificador.

Pensemos en todas las discusiones que tenemos con amigos y familia, al final, sin quererlo o desearlo, el calor mismo del encuentro hace que defendamos aspectos sobre lo que no necesariamente acordamos, o llegar a pensar en nuestro interior, cómo puede ser que ese, ESE que era nuestro amigo se le haya lavado el cerebro para no poder ver la VERDAD. Aquí está el eje del problema, la verdad, esa que se presenta como única, invariable, perteneciente a un ámbito u otro, universal e incuestionable. Cada bando, tiene la suya, la hace propia, y no acepta que la verdad no es más que una percepción, teñida por múltiples factores, pero NO, no importa cuán diferentes sean nuestras historias de vida, nuestro pasado, nuestros intereses o proyectos, todos pasamos por ese gran filtro que nos disminuye a dos bandos. La simplificación, en su estado más puro, es el resultado de dicho proceso, simplificación funcional al poder, simplificación que evita el cuestionamiento, el disenso, en fin… evita la duda que conlleva al pensamiento.

Seres más simples, menos pensantes parece ser el resultado de la sociedad de nuestro tiempo, que responden por una u otra doctrina, pero nunca desobedeciendo dichos parámetros, para aceptar así, una visión de verdad que nos es ajena, no es producto de nuestro análisis y procesamiento, sino que nos es impuesta y nosotros la digerimos sin cuestionar, ya que cuestionar es dudar, y eso, hoy, está prohibido.

Abstraernos de esta realidad aunque sea sólo un momento, sólo para saber si lo que pensamos verdaderamente es nuestro o es producto de la lógica dominante, que nos atraviesa y automatiza, jugando un juego de suma cero, en el que alguien debe perder para que otros logren su tan preciada victoria. Sólo por un segundo, olvidarnos del paradigma de lo extremo, para admitir que en la política, como en la vida, de los grises, se adquiere la verdadera riqueza.

lunes, 30 de mayo de 2011

Construcción de la NO-REALIDAD



Construir una no-realidad para convertirla en la verdadera e indiscutible realidad, ese es el objetivo de los Kirchner. Para eso se han convertido en los grandes editores de la realidad argentina. En la construcción de esta no-realidad, es llamativo, la similitud que puedan tener con el libro 1984 (buscar un enemigo común, destruirlo. Eliminar la individualidad de la gente para convertirla en masa, que sólo se pongan en fila detrás de la doctrina). Este enemigo común son los medios de comunicación, con los cuales se inició una encrucijada absoluta, atacando el talón de Aquiles de los medios de comunicación: su credibilidad.
Como explica Zunino, en su libro Patria o Medios: “La trampa está tendida”, ya que si la mirada está en si es patria o medios, no se da lugar a pensar en que la construcción pueda ser otra, debe ser esa, y queramos o no todo ya participamos de ese debate, aunque muchas veces nos creamos opositores o ovejas descarriadas del rebaño, somos descarriadas dentro del carril para los opositores planificados por los Kirchner, ya que sólo nos oponemos, sólo pensamos dentro del contexto que ellos planifican que pensemos. El análisis es absolutamente necesario, eso es evidente, pero también es hora de que el debate surja desde otro lado, no desde el gobierno vs medios, sino desde los motivos que tienen para construir esa oposición.
Totalmente de acuerdo con la estrategia que se pudo conocer acerca de los Kirchner en “Primero convencer, después comprar y recién entonces, destruir” el destinatario de dicha táctica, lejos está ya de serlo sólo los medios de comunicación, convirtiéndose estos en un mero instrumento para destruir al verdadero objetivo: la sociedad.
Para el primer paso se encargan de reescribir la historia, para eso utilizan personas con mentalidades tan distintas como Hadad y Verbitsky, porque para el fin, las mentalidades son sólo estructuras moldeables y adaptables a tal fin.
La similitud con 1984 es asombrosa, ahora bien, hay que ver si la creación de una historia única les permitirá construir un futuro único, en el que las desviaciones son absolutamente previsibles y funcionales al sistema.